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Consulta para la Estrategia Nacional de CTCI 2026
Con el propósito de recoger antecedentes para la construcción de la Estrategia Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación 2026, el Consejo Nacional de CTCI realizó una Consulta Pública online entre los días 29 de mayo y 15 de agosto de 2025. En ella, 1541 actores del ecosistema CTCI identificaron desafíos, oportunidades, amenazas y acciones prioritarias a desarrollar, exponiendo sus principales reflexiones en distintas materias de la agenda pública.
METODOLOGÍA
Los resultados de esta consulta fueron analizados por un equipo interdisciplinario con experticia en ciencia de datos, ciencias sociales y diseño. A través de un proceso de análisis de texto, se combinaron estrategias de extracción y sistematización computacional con análisis cualitativo de las respuestas
Universo
Género
Edad
Los grupos de edad más representados en la Consulta 2025 son las personas entre 35 y 54 años.
¿Dónde Viven?
La mayoría de participantes de la Consulta 2025 viven en las regiones más pobladas de Chile: Valparaíso(11,2%), Biobío (6,7%) y Metropolitana (45,9%). La proporción de participantes de esta última región disminuyó en 14 puntos porcentuales respecto de 2021, lo que revela una mayor participación de las otras regiones del país en esta oportunidad. Además, en la Consulta participaron 44 personas que viven fuera del país.
¿Cuántos participaron?
En la Consulta participaron 44 personas que viven fuera del país
Sector de desempeño
Las personas que participaron de la Consulta tuvieron que identificar cuáles eran los principales desafíos para el ecosistema CTCI. Considerando un total de 4623 menciones, los resultados muestran que éstos son: “Cambio climático y sustentabilidad ambiental”(15,6%), “Educación en CTCI”(15,1%) y “Desigualdades Territoriales y necesidades de descentralización”(11,6%).
A partir del análisis de las respuestas textuales de quienes participaron en la Consulta, se desprenden algunas claves para entender porqué éstos son los desafíos principales.
Principales desafíos sector académico
Principales desafíos sector público
Principales desafíos sector privado
El cambio climático y la sustentabilidad ambiental fue el desafío CTCI más priorizado por parte de quienes participaron de la Consulta (15,6% de las menciones).
El cambio climático es identificado como una amenaza persistente con profundo impacto estructural en múltiples aspectos de la vida, incluyendo la salud de las personas y la actividad económica. Sus efectos son desiguales entre los territorios, afectando con particular fuerza a las localidades más vulnerables.
Para enfrentar el cambio climático y así lograr la sustentabilidad ambiental se requiere de acciones urgentes basadas en la evidencia científica, mediante la adopción de prácticas sostenibles, como el compromiso público y privado para la reducción de emisiones, y el desarrollo de tecnologías que mitiguen sus efectos, con foco en energías limpias, tecnologías circulares, gestión de recursos naturales y soluciones innovadoras basadas en la naturaleza para mitigar sus efectos, protegiendo la biodiversidad, garantizando la seguridad hídrica y alimentaria, y generando adaptaciones que permitan una transición hacia un futuro habitable. El sector de la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación puede liderar en el desarrollo y aplicación de tecnologías para enfrentar estos desafíos.
“Incorporar la sostenibilidad en los procesos en términos ambientales es un desafío que debió abordarse y superarse hace más de una década”.
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“El cambio climático es estructural y abarca los otros dos ejes: sin sostenibilidad ambiental, no es posible conservar el patrimonio ni desarrollar una educación pertinente”
La educación en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación fue el segundo desafío más priorizado por las personas participantes de la Consulta (15,1% de las menciones) y se entiende como un pilar para el progreso social, la competitividad y la innovación de la economía, la formación de una ciudadanía crítica y el fortalecimiento de la democracia.
Invertir en educación permite cerrar brechas de conocimiento, fortalecer vocaciones científicas y fomentar una ciudadanía informada. Una prioridad es la formación temprana en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación propendiendo a la formación de una cultura científica desde la educación básica y considerando todos los niveles educativos, para preparar a las nuevas generaciones con creatividad frente a los desafíos futuros, considerando que sea accesible y equitativa en todo el país para así potenciar el desarrollo local.
”La alfabetización científica y tecnológica de la ciudadanía es la base de una sociedad innovadora, resiliente y democrática”.
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“Fomentar una cultura en ciencia y tecnología no solo sirve para generar vocaciones en las áreas afines”
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“Fomentar la cultura científica desde edades tempranas es clave para formar una ciudadanía crítica”
En tercer lugar, el 11,6% de las menciones identifican a las “Desigualdades territoriales y necesidad de descentralización” como uno de los tres principales desafíos en CTCI. Las personas que priorizan este desafío son menores de 55 años, de género femenino, y tienen a localizarse en regiones extremas del país, tanto al norte como al sur. En su mayoría se desempeñan en el sector académico y en el público.
La desigualdad social y territorial es un fenómeno histórico en Chile, expresada en el excesivo centralismo de recursos y oportunidades, es vista como un obstáculo significativo para el desarrollo equitativo del país. La necesidad de descentralizar, dar autonomía a las regiones y fortalecer las capacidades locales de CTCI, así como de fomentar la transferencia tecnológica, permitirían potenciar los ecosistemas territoriales, generar soluciones adaptadas a los contextos locales y así reducir las brechas existentes.
“La concentración de capacidades de CTCI en la Región Metropolitana perpetúa un ciclo de desigualdad, considerando que en regiones puedan haber centros de investigación tan importantes o relevantes como los de la zona central”
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“La descentralización de la CTCI no solo corrige inequidades estructurales, sino que permite soluciones adaptadas a los desafíos propios de cada territorio”
El 10,7% de las menciones destacan a la “Crisis hídrica y acceso al agua” como uno de los tres principales desafíos en CTCI. Es un desafío que las personas priorizan conforme aumenta su edad, alcanzando la mayor proporción en aquellas de 65 años o más, y que se identifican con los géneros masculino y no binario. Residen en el exterior y en regiones del centro y centro sur de Chile, y en su mayoría son estudiantes o se desempeñan en el sector privado.
Intensificada por los efectos del cambio climático, la escasez de agua es vista como un problema urgente que afecta la vida cotidiana de las comunidades, a través de la salud, la seguridad alimentaria, el desarrollo productivo y la sostenibilidad de los ecosistemas en que habitan. Se sugiere la protección de fuentes naturales, implementación de tecnologías de monitoreo de su calidad, la priorización de formas de gestión innovadoras que consideren una gobernanza participativa del recurso y soluciones basadas en la naturaleza para abordar este desafío y garantizar el acceso equitativo y sostenible al agua.
“La crisis hídrica es un problema estructural que afecta tanto la seguridad hídrica del país como su desarrollo productivo (…) La crisis hídrica es un problema muy serio y generador de conflictos”
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“El acceso al agua de manera sostenible y equitativa permitiría acceso a soberanía alimentaria”.
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“El desafío tanto del acceso, gestión y calidad del agua es fundamental”.
Un 6,8% de las personas participantes consideró a la “Salud mental y bienestar emocional” como uno de los tres principales desafíos en CTCI. Considerada como un área descuidada por las políticas públicas, tiene un impacto significativo en la educación,la productividad, la participación ciudadana, la calidad de vida de las personas y la paz social. Sin bienestar emocional no hay aprendizaje efectivo y la motivación, dicen quienes participaron.
Se propone un abordaje integral reconociendo a este problema como parte de las estrategias de salud pública y actuando con evidencia científica, mejorando el acceso a servicios de salud mental y promoviendo entornos saludables en todas las etapas de la vida.
“Salud mental y bienestar emocional: temática ampliamente descuidada por políticas públicas”.
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“Es clave que la ciencia y la innovación nos ayuden a desarrollar herramientas, tratamientos y políticas que permitan cuidar y prevenir”.
Para un 6,7% de las menciones, la “Alimentación saludable y soberanía alimentaria” constituye uno de los tres principales desafíos en CTCI. Lo priorizan personas mayores de 45 años, de género femenino, que residen en regiones del centro sur y sur del país, y que se desempeñan en emprendimiento, sector privado y académico.
Garantizar una alimentación saludable y la soberanía alimentaria del país se percibe como fundamental para el bienestar de la población. Se destaca la necesidad de que Chile no solo sea un país productor de frutas para exportación, sino también sea capaz de ser autosustentable, disponiendo de alimentos para su población, innovando en sistemas alimentarios sostenibles y accesibles, que promuevan la seguridad alimentaria y la salud pública, mediante el impulso de la producción agroecológica y la mejora de la trazabilidad de los alimentos.
“Producir alimentos saludables en un contexto de cambio climático y escasez hídrica, es fundamental para reducir los gastos de la salud pública”
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“El país debe planificar una estrategia agresiva hacia la autonomía alimentaria de su población”
La “Migración, inclusión y envejecimiento” es destacada por un 5,8% de las personas participantes como uno de los tres principales desafíos en CTCI. Las personas que lo priorizan no se asocian a un perfil de edad nítido y se asocian en forma leve al género femenino por sobre los otros. En mayor proporción viven en la Región Metropolitana y otras del centro norte y sur del país, y se desempeñan en emprendimiento y otros sectores.
El envejecimiento de la población chilena se percibe como un desafío urgente que requiere estrategias para promover un envejecimiento saludable y una inclusión efectiva de las personas mayores en la sociedad, mediante el desarrollo de políticas públicas que aborden la salud, la funcionalidad y la participación social.
“El envejecimiento acelerado de la población chilena plantea desafíos urgentes en salud, funcionalidad, cuidado y participación social de las personas mayores”
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“El envejecimiento poblacional es un hecho y la democracia es el soporte para cualquiera de los otros desafíos”
Para un 5,1% de las menciones, los “desastres naturales y resiliencia ante catástrofes” representan uno de los tres principales desafíos en CTCI. Su priorización se concentra en jóvenes menores de 24 años, de identidad de género no binaria y masculina, sin un patrón territorial específico, y que se desempeña en mayor proporción en los sectores académico y privado.
La preparación y respuesta ante desastres naturales se considera crucial para Chile, dado su alto riesgo sísmico y exposición a fenómenos naturales extremos. Se enfatiza en la necesidad de fortalecer la investigación y la innovación para anticipar y mitigar los efectos de estos eventos, protegiendo vidas y reduciendo pérdidas económicas.
“Chile es un país sometido a constantes desastres naturales, que modifican continuamente el entorno en que vivimos”
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“Somos un país en el que ocurren desastres naturales, deberíamos ser pioneros en la investigación al respecto”.
El 4,8% de las menciones de priorización de desafíos fueron paea”Sistema político, confianza institucional y Nueva Constitución”. La pérdida de confianza en las instituciones públicas y el sistema político es un tema recurrente, y se observa como un obstáculo para el desarrollo. Se considera fundamental reconstruir esta confianza para asegurar la estabilidad democrática, la gobernanza y el desarrollo del país, restaurando la credibilidad y la probidad institucional, a través de mayor transparencia, evaluación sistémica y participación ciudadana.
“La confianza en las instituciones es fundamental para el desarrollo de cualquier país”
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“Sin confianza y cohesión social es imposible avanzar en otro desafío”
Un 4,2% de las menciones considera que la “Vivienda digna y hábitat sostenible” es uno de los tres principales desafíos en CTCI. Su priorización aumenta conforme la edad de las personas, alcanzando su mayor proporción en personas de 65 años y más, con predominio de identidad de género no binaria, residencia en regiones del centro del país y que se desempeñan en emprendimiento y otros sectores.
La necesidad de garantizar viviendas dignas y accesibles es observada como un derecho fundamental que impacta directamente en la calidad de vida y la cohesión social. Se destaca la importancia de eliminar la especulación inmobiliaria y facilitar el acceso a créditos hipotecarios.
“El acceso a una vivienda de calidad sigue siendo una deuda social en Chile”
Un 3,8% de las menciones priorizan “otros desafíos” no incluidos en la lista de alternativas que se encuentran entre los tres principales que enfrenta el país en CTCI. Esto es más frecuente en personas de 65 años y más, que no responden respecto a su identidad de género, que residen en el exterior del país y se desempeñan en los sectores académico, público y privado en mayor proporción.
Existen dos desafíos principales asociados a esta categoría: el primero refiere a mejorar las estructuras de gobernanza en CTCI, favoreciendo la incorporación de los distintos actores del ecosistema en la toma de decisiones. El segundo, alude a la “Innovación y desarrollo tecnológico”, cuyo abordaje se considera crucial en la tarea de diversificar la economía y generar valor agregado a los bienes y servicios. Esto incluye la creación de empresas de base científico-tecnológica y la transferencia de tecnología.
“Es importante incorporar a los científicos en la toma de decisiones”
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“La inversión que se ha hecho en el capital humano avanzado no se está aprovechando”
Un 3,7% de las menciones consideran que la “Democracia y participación ciudadana” es uno de los tres principales desafíos en CTCI. Su priorización se concentra en personas de más de 45 años, sin un patrón de identidad de género específico, que viven en las regiones del país con mayor población urbana y se desempeñan en el sector privado, de emprendimiento y otros sectores no especificados.
La necesidad de fortalecer la democracia y la participación ciudadana es vista como crucial para mejorar la calidad del debate público y formular políticas efectivas. Se menciona la importancia de combatir la desinformación y promover un sistema político confiable, para así enfrentar la crisis de legitimidad y mejorar la gobernanza.
“Estamos ante una crisis de legitimidad que no se soluciona ‘dando más legitimidad’ a las instituciones existentes, sino que aumentando los niveles de participación ciudadana”
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“Mejorar la calidad del debate y la participación son claves para formular políticas públicas efectivas”
Para un 3,6% de las menciones ,la “Preservación del patrimonio cultural y natural” es uno de los tres principales desafíos en CTCI. Las personas que priorizan este desafío se encuentran en la medianía de edad, entre 25 y 54 años, con predominio de identidad de género no binaria, y que viven en regiones del norte del país. En su mayoría, se desempeñan en el sector público y el de emprendimiento.
La preservación del patrimonio cultural y natural es vista como esencial para el desarrollo sostenible, la cohesión social y la identidad nacional. Se destaca la necesidad de proteger y conservar tanto los recursos naturales como las tradiciones culturales, ya que ambos son fundamentales para el bienestar colectivo, ámbitos en los que la CTCI puede jugar un rol importante
“La preservación del patrimonio es fundamental para desarrollarnos como país, dado que es un elemento inalienable de la identidad y carácter de la sociedad chilena”
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“El patrimonio natural, histórico y biocultural es la base donde se sustenta la sociedad”
Un 2,6% de las menciones identifica a la “Equidad de Género” como uno de los tres principales desafíos en CTCI. Quienes lo priorizan son personas jóvenes, de entre 25 y 34 años, de identidad de género no binaria, sin un patrón territorial específico y que se desempeñan en los sectores público, académico y de la sociedad civil.
La equidad de género es considerada un desafío urgente para lograr una sociedad más justa e inclusiva. Se considera que las desigualdades estructurales han limitado históricamente el acceso y la participación plena de las mujeres en ciencia, tecnología e innovación (CTCI), lo que repercute en la calidad y pertinencia de las soluciones científicas y tecnológicas. Superar estas barreras implica garantizar igualdad de oportunidades en la educación, la investigación y el liderazgo
“Persisten barreras estructurales que limitan la participación plena de las mujeres en la ciencia y la innovación”
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“Debemos promover la igualdad de oportunidades entre hombres, mujeres y disidencias”
Las personas que participaron de la Consulta tuvieron que identificar cuáles eran las principales oportunidades para el ecosistema CTCI. Los resultados muestran que éstas son: Vinculación entre actores del ecosistema (24,2%), Capital humano avanzado (21,2%) y Descentralización territorial(19,9%).
Principales oportunidades sector académico
Principales oportunidades sector público
Principales oportunidades sector privado
La vinculación entre actores del ecosistema es vista como la principal oportunidad desde el ecosistema CTCI (24,2% de las menciones). Quienes lo priorizan son personas de todas las edades, con un leve predominio de los jóvenes entre 18 a 24 años, sin un patrón de identidad de género específico, y que residen en regiones de todas las macrozonas del país y que en su mayoría son estudiantes y se desempeñan en los sectores de la sociedad civil y el emprendimiento.
La colaboración entre universidades, centros de investigación, empresas, sector público y sociedad civil se considera esencial para lograr avances significativos. Esta articulación permite alinear esfuerzos, compartir recursos y escalar soluciones a desafíos complejos desde CTCI, como la aceleración de la transferencia tecnológica
“La articulación entre universidades, centros de investigación, empresas, Estado y sociedad civil es clave para lograr mayor impacto desde la CTCI”
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“Es necesario apoyar y sostener la vinculación entre los diferentes stakeholders”
En segundo lugar, el capital humano avanzado es visto como la principal oportunidad por el 21,2% de las menciones. Quienes lo priorizan son personas de género masculino y mayores de 65 años, volviéndose más relevante conforme aumenta la edad de la persona. Espriorizada en mayor medida por quienes viven en el exterior y en la Región Metropolitana, y en su mayoría son estudiantes o se desempeñan en el sector académico.
El alto nivel de formación y compromiso del personal investigador y técnico en Chile se percibe como una fortaleza estratégica del sistema CTCI. Al respecto, se señala la necesidad de continuar invirtiendo en formación, especialización y también retención del talento, propiciando su articulación con el entorno productivo y social, para así generar un gran valor económico y social y traducirse en soluciones concretas para desafíos como el cambio climático
La inserción efectiva de este talento y la generación de oportunidades de desarrollo profesional se considera como un desafío crucial para aprovechar su potencial. En este plano, se sugiere rediseñar mecanismos de inserción y financiamiento para que el conocimiento tenga múltiples formas de impacto
“Chile cuenta con un sólido contingente de personal investigador y técnico, cuya formación y compromiso constituyen un activo estratégico del ecosistema”
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“Hay una generación de investigadores/as y profesionales altamente formados, pero desaprovechados (…) la mayoría no encuentra trabajo”
En tercer lugar, la descentralización territorial es vista como la principal oportunidad por el 19,9% de las menciones. Quienes la priorizan son personas mayores de 25 años, sin un patrón de identidad de género específico, y que residen en regiones de la zona central y el extremo norte del país. En su mayoría se desempeñan en los sectores público y de emprendimiento.
Avanzar hacia una descentralización efectiva de la ciencia, tecnología e innovación se entiende como una oportunidad fundamental para aprovechar el potencial y los talentos distribuidos en el país. Esto implica fortalecer capacidades regionales, propiciar una distribución más equitativa de recursos respecto de la Región Metropolitana, fomentar polos de desarrollo científico en distintos territorios, fortalecer la autonomía local, articular a los distintos actores territoriales y reducir con las brechas históricas, promoviendo soluciones adaptadas a las necesidades de cada territorio.
“Es tiempo de confiar en nuestro potencial científico y creativo, y dar autonomía real a nuestras soluciones”
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“Es importante que la descentralización administrativa se traduzca en una descentralización científica y tecnológica”
En cuarto lugar, el entorno natural de Chile es un desafío priorizado en el 17,4% de menciones. Quienes lo priorizan son las personas jóvenes menores de 25 años y ésta va disminuyendo conforme avanza la edad de la persona. En su mayoría, esta oportunidad es destacada por personas de género femenino y que residen en regiones del sur y extremo sur de Chile. En su mayoría, son estudiantes y se desempeñan en el sector público y la sociedad civil.
El entorno natural único de Chile es visto como un laboratorio natural que ofrece oportunidades para la investigación y el desarrollo de soluciones sostenibles en CTCI. Este recurso estratégico puede posicionar al país como líder en áreas como la conservación y la biotecnología, orientando esfuerzos hacia soluciones de sustentabilidad y aprovechamiento de ventajas comparativas en áreas como la biodiversidad, energías renovables y cambio climático. Se destaca la necesidad de valorizar las particularidades geográficas del país y aprovecharlas para el desarrollo sostenible
“El entorno natural de Chile constituye una ventaja comparativa única a nivel global”
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“Tenemos una riqueza natural que no se compara con ningún país del mundo y que permite ser un laboratorio natural”
En quinto lugar, transformar las crisis en oportunidades es un desafío relevante en el 14,3% de menciones. Quienes lo priorizan son las personas jóvenes menores de 25 años, sin un patrón de identidad de género específico, y que residen en regiones del centro y sur de Chile. En su mayoría, se desempeñan en el sector público.
Para el ecosistema CTCI, las crisis pueden ser catalizadores de cambio, impulsando la innovación y la adopción de nuevas tecnologías, capaces participar en la toma de decisiones mediante la oferta de respuestas basadas en evidencia en momentos críticos es esencial para guiar al país hacia soluciones sostenibles, informadas y resilientes.
“Las crisis, sanitarias, sociales, políticas o ambientales, han demostrado que, con una buena articulación, pueden convertirse en puntos de inflexión para avanzar”
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“Las crisis actúan como un catalizador para la innovación y la adopción de nuevas tecnologías”
Un 3,1% de las menciones destaca otra oportunidad como prioritaria, siendo éste un perfil de personas mayores de 55 años, sin identidad de género específica, que viven en el exterior y se desempeñan en otros sectores no especificados.
La colaboración internacional y la ciencia abierta son vistas como oportunidades para fortalecer el ecosistema CTCI en Chile. Se sugiere que la internacionalización del sistema CTCI y el fortalecimiento de la diplomacia tecnológica, para permitir que Chile se inserte estratégicamente en redes globales de conocimiento e innovación.
“El Estado está desaprovechando una oportunidad gigante para expandir las colaboraciones internacionales en CyT”
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“Impulsar la ciencia abierta como eje transversal garantiza que el conocimiento sea accesible, transparente e inclusivo”.
Las personas que participaron de la Consulta tuvieron que identificar cuáles eran las principales amenazas para el ecosistema CTCI. Los resultados muestran que éstas son: Gobernanza política cortoplacista y sin visión estratégica (17,4%), Baja inversión en CTCI y financiamiento inestable (17,4%) y Falta decultura científica y baja apropiación social de la CTCI (11,8%).
Principales amenazas sector académico
Principales amenazas sector público
Principales amenazas sector privado
La gobernanza política cortoplacista y sin visión estratégica es vista como la principal amenaza desde el ecosistema CTCI (17,4% de las menciones). Quienes la priorizan son personas de todas las edades, con un leve predominio de mayores de 65 años, de género masculino o no binario, y que residen en regiones del centro y sur de Chile. En su mayoría son estudiantes o se desempeñan en el sector público.
La falta de una visión estratégica de largo plazo en la gobernanza política es considerada un impedimento para el desarrollo sostenible de la CTCI. Las políticas a menudo carecen de continuidad, no están basadas en evidencia y están influenciadas por intereses políticos a corto plazo, lo que impide la implementación de proyectos sostenibles y desaprovecha conocimientos y capacidades. Esto genera fragmentación de esfuerzos y falta de alineación con los grandes desafíos del país.
“Uno de los principales obstáculos para el desarrollo sostenible e innovador es la falta de una visión de Estado a largo plazo”
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“Las políticas y prioridades cambian con cada ciclo de gobierno, lo que tiene consecuencias devastadoras”
En segundo lugar, la baja inversión en CTCI y el financiamiento inestable es visto como la principal amenaza por el 17,4% de las menciones. Quienes lo priorizan son personas jóvenes de gasta 24 años, de género masculino, que viven en el exterior y regiones del centro y sur de Chile, y se desempeñan como estudiantes y en el sector académico.
Se sostiene que la baja inversión pública y privada en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), expresada en un porcentaje del PIB en I +D muy por debajo del promedio internacional, y su volatilidad e inestabilidad, es vista como un obstáculo estructural que limita el desarrollo del ecosistema científico en Chile. La falta de recursos adecuados y estables limita la formación de capital humano avanzado, la generación de infraestructura científica y el escalamiento de soluciones innovadoras, asimismo impide la planificación a largo plazo, el abordaje de desafíos estratégicos, la retención de talento y la ejecución de proyectos de alto impacto, colaborativos o interdisciplinarios
Se percibe que el sistema de financiamiento basado en concursos genera incertidumbre y fomenta la competencia individual, lo que inhibe la colaboración y desincentiva proyectos de largo plazo. Esto afecta la estabilidad laboral de los investigadores y limita el desarrollo de iniciativas con impacto colectivo, requiriéndose un sistema de financiamiento basal y plurianual.
“La baja inversión no es solo un número; es una señal política que refleja la falta de prioridad de la CTCI”
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“Aumentar el financiamiento basal daría sostenibilidad a centros de investigación y equipos de trabajo y liberaría a investigadores y centros para enfocarse en proyectos de mayor alcance”
En tercer lugar, la falta de cultura científica y baja apropiación social de la CTCI es vista como la principal amenaza por el 11,8% de las menciones. Quienes lo priorizan son personas jóvenes de hasta 24 años, de género masculino y no binario, que viven en regiones del norte y el sur de Chile, y se desempeñan en el sector de emprendimiento.
La falta de cultura científica en la ciudadanía limita su capacidad de comprender, evaluar y utilizar el conocimiento en la toma de decisiones. Esto genera desinterés y desconfianza hacia la ciencia, debilitando su impacto social y político.
“La falta de cultura científica es un grave problema para el desarrollo de nuestra sociedad”
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“La falta de cultura científica y baja apropiación social de la CTCI representan una amenaza”
En cuarto lugar, la desconexión con el mundo productivo y social se identifica como amenaza en el 9,8% de las menciones. Quienes la priorizan, se concentran en edades medias, entre 22 y 33 años de edad y no tienen un patrón de género específico. En su mayoría, viven en las regiones del extremo norte y sur del país y se desempeñan en los sectores de emprendimiento, sector público y privado.
La falta de conexión entre la investigación científica y el entorno productivo y social se percibe como una amenaza relevante. La falta de comprensión acerca de los tiempos y alcances de la investigación científica se traduce en una baja valoración social de la actividad y una percepción de incapacidad para responder a problemas concretos. Existe una percepción generalizada de que la investigación no responde a las necesidades reales del país y no ofrece soluciones aplicables y comprensibles, lo que reduce su legitimidad social y potencial transformador. Así, la falta de articulación entre academia, industria y sociedad limita la transferencia de conocimiento y la innovación aplicada, genera desconfianza en su utilidad pública y erosiona el impacto real de la CTCI.
“La investigación en Chile suele desarrollarse en ‘torres de marfil’, con baja transferencia al sector productivo (…) es completamente ajena a la ciudadanía en general”
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“La investigación que no dialoga con su entorno corre el riesgo de volverse irrelevante o autorreferente”
En quinto lugar, el centralismo estructural es identificado como amenaza en el 9,3% de las menciones. Quienes lo priorizan, tienen 55 años y más de edad y no tienen un patrón de género específico. En su mayoría, viven en las regiones del extremo norte y sur del país y se desempeñan en los sectores de emprendimiento, sector público y privado.
Se considera que la concentración de recursos y decisiones en la Región Metropolitana genera inequidades territoriales y desaprovecha el potencial regional en innovación Esto limita el desarrollo de capacidades científicas en regiones y perpetúa un sistema centralizado y desigual, que no es capaz de abordar las necesidades locales ni permite el desarrollo de soluciones propias y pertinentes desde las regiones. Esta lógica impide que las agendas científicas reflejen la diversidad territorial del país y los ecosistemas territoriales puedan fortalecerse.
“El centralismo inhibe la creación de polos de innovación en regiones, desincentiva la participación de actores locales”
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“El centralismo limita el desarrollo de capacidades regionales y la pertinencia de soluciones locales”
En sexto lugar, la falta de articulación entre actores se identifica como una amenaza en el 8,7% de las menciones. Quienes la priorizan, tienen 25 años y más de edad, y son de género femenino. Se concentran en la zona norte del país y se desempeñan principalmente en la sociedad civil.
Se estima que la desconexión y desconfianza entre universidades, centros de investigación, sector productivo, gobierno y sociedad civil impiden la colaboración efectiva y el aprovechamiento de sinergias. Esta fragmentación limita el impacto de la investigación y la innovación en el desarrollo nacional.
“La desconfianza y el escaso conocimiento mutuo entre academia, sector productivo, Estado y sociedad civil obstaculizan la cooperación”
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“La falta de articulación entre actores del ecosistema debilita la capacidad de generar respuestas integradas y de alto impacto”
Compartiendo el sexto lugar, el modelo productivo extractivista se identifica como una amenaza en el 8,7% de las menciones. Quienes la priorizan, tienen entre 25 y 34 años de edad, y no presentan un patrón de género específico, viven en el extranjero y son estudiantes o se desempeñan en otros sectores no especificados.
El modelo productivo basado en la extracción de recursos naturales con bajo valor agregado no es sostenible, limita la diversificación económica y subutiliza las capacidades existentes en CTCI. Al mismo tiempo, perpetúa desigualdades ambientales y sociales. Se considera necesario transitar hacia un modelo más diversificado y basado en el conocimiento y la innovación.
“El modelo productivo extractivista es una amenaza profunda porque subutiliza el potencial transformador de la CTCI”
En octavo lugar, el exceso de concursabilidad y competencia individualizada es observada como una amenaza en el 7,1% de las menciones. Quienes lo priorizan, se concentran en edades medias, entre 25 y 45 años, y son de género femenino. En su mayoría residen en el Norte Chico del país, así como en regiones del sur y extremo sur. De modo preferente, se desempeñan en la sociedad civil.
El sistema de financiamiento chileno, basado en concursos, es criticado por fomentar una competencia feroz entre individuos por sobre la colaboración. Esto genera incertidumbre laboral, fragmentación en los esfuerzos de investigación y creación de conocimiento, limita la capacidad de abordar proyectos de largo plazo y de impacto colectivo, y desvía los esfuerzos hacia labores administrativas y de gestión de fondos que se caracterizan por una burocracia excesiva. Esta dinámica reduce las posibilidades de generar soluciones integrales y sostenibles.
“El exceso de concursabilidad y competencia individualizada fragmentan el ecosistema, dificultan la colaboración y desincentivan proyectos de largo plazo”
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“El exceso de concursabilidad genera una serie de externalidades negativas, como estrés, competencia encarnizada, falta de colaboración”
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“El modelo productivo extractivista subutiliza el potencial del conocimiento, reproduce desigualdades territoriales y ambientales”
En noveno lugar, la debilidad de la institucionalidad y fragmentación normativa es señalada por un un 5,4% de las menciones como amenaza. Quienes la priorizan, son jóvenes enttre 18 y 24 años, sin un patrón de género específico, que residen en el extremo sur del país y se desempeñan en el sector público u otros sectores no especificados.
La falta de una estructura institucional sólida y la fragmentación normativa son vistas como barreras significativas para el desarrollo de políticas de CTCI en Chile en tanto impiden una planificación eficiente y sostenible.
“La débil institucionalidad y fragmentación normativa representa una barrera fundamental”
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“La débil institucionalidad científica genera una amenaza a la hora de articular políticas públicas”
En décimo lugar, la desigualdad y jerarquización dentro del sistema es señalada por un 3,4% de las menciones como una amenaza. Quienes la priorizan, tienen edades medias, entre los 25 y 55 años y no tienen un patrón de género específico. Se concentran en la zona centro sur del país y se desempeñan principalmente en la sociedad civil.
La concentración de poder y recursos en grupos académicos establecidos perpetúa desigualdades, limitando la participación de nuevos actores y áreas de conocimiento menos representadas. Esto restringe la diversidad de enfoques y la capacidad de innovación.
“La concentración de poder que no permite articular con otros actores”
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“El centralismo y la endogamia son los peores obstáculos para el correcto desarrollo del ecosistema”
Finalmente, un 0,8% de las menciones señala “Otra amenaza” como prioritaria. Quienes lo hacen, se concentran en edades medias entre 35 y 55 años, predominando la identidad de género no binaria. No presentan un patrón territorial específico y se desempeñan principalmente en emprendimientos, el sector privado y otros sectores no especificados.
Dentro de los otros temas señalados como amenazas por las personas participantes, primero se encuentra la “burocracia excesiva y la ineficiencia en la gestión de fondos y recursos”. Se plantea que los procesos asociados al financiamiento son engorrosos y arbitrarios, afectando la flexibilidad necesaria para la investigación y el desarrollo.
“Exceso de burocracia… las reglas en los fondos concursables son muy muy arbitrarias”
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“La principal amenaza es el exceso de burocracias y la ineficiencia en la gestión”
En segundo lugar, se menciona la “politización e ideologización de la ciencia”, que se entiende como la aplicación de criterios políticos e ideológicos por encima del mérito y la evidencia. Al respecto, se señala que debe existir un balance más claro entre diversidad y excelencia en la asignación de recursos y un mayor resguardo de la autonomía de la actividad académica, previniendo con ello una merma en la calidad y eficiencia del sistema científico.
“Politización e ideologización de la ciencia y tecnología”
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“El exceso de politización de la academia y la sobre protección del estado en un intervencionismo que aleja permanentemente al sector productivo del académico”
Las personas que participaron de la Consulta tuvieron que identificar cuáles eran las principales acciones urgentes para el ecosistema CTCI. Los resultados muestran que éstas son: Desarrollar estrategias de alfabetización científica desde la educación básica (9,7%), Generar incentivos para la colaboración universidad-industria (9,7%) y aumentar financiamiento basal para investigación fundamental y aplicada (9,4%).
Principales acciones urgentes sector académico
Principales acciones urgentes sector público
Principales acciones urgentes sector privado
Desarrollar estrategias de alfabetización científica desde la educación básica es vista como la principal acción urgente a abordar, por un 9,7% de las menciones. Quienes la priorizan son jóvenes de entre 18 y 24 años de edad, sin un patrón de género específico, que viven en regiones del norte del país, y se desempeñan principalmente en el sector privado.
La alfabetización científica desde la educación básica es vista como un pilar estratégico para preparar a las nuevas generaciones frente a los desafíos del siglo XXI. Incluir ciencia, tecnología, innovación y pensamiento crítico en el currículum escolar se considera clave en la formación de ciudadanía informada, crítica y capaz de enfrentar la desinformación. Además, promueve vocaciones científicas y tecnológicas, fortaleciendo el interés por estas áreas desde edades tempranas. Se plantea que esta formación integral no solo construye una cultura científica sólida, sino que también impulsa el uso responsable de las tecnologías y el desarrollo de competencias digitales. Incorporar la CTCI en todos los niveles educativos se considera una inversión en capital humano y social para el futuro del país.
“La construcción de una sociedad del conocimiento comienza en la escuela. La inclusión sistemática del pensamiento científico, el razonamiento crítico y el uso responsable de tecnologías desde edades tempranas es esencial.”
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“Incluir pensamiento crítico, ciencia y tecnología en el currículum desde edades tempranas”.
En segundo lugar, el generar incentivos para la colaboración universidad-industria es observada por el 9,7% de las menciones como una acción urgente en el ámbito CTCI. Quienes la priorizan, son personas jóvenes de 18 a 24 años, de género masculino, que viven en el extranjero, y se desempeñan como estudiantes.
El fortalecimiento de la relación entre la academia y la industria se considera fundamental para consolidar un sistema de conocimiento más dinámico, eficiente y orientado al impacto. La cooperación universidad-industria no solo potencia el crecimiento económico, sino que también genera soluciones aplicadas a las necesidades sociales y productivas, mediante la vinculación entre investigación y prácticas de innovación. Para ello, se propone crear incentivos fiscales que faciliten la colaboración, incluyendo esquemas de cofinanciamiento, pasantías y centros de transferencia tecnológica compartidos. Esta colaboración permanente permitiría acelerar la transferencia de conocimiento y tecnología al sector productivo, cerrando la brecha entre investigación y aplicación práctica. Además, contribuiría a fortalecer el ecosistema de innovación, maximizando el valor de la CTCI para el desarrollo nacional y a generar nuevos modos de financiamiento para el sector.
“Generar incentivos para la colaboración universidad-industria: Crear esquemas de cofinanciamiento, pasantías y centros de transferencia tecnológica compartidos”
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“Pienso que fomentar la colaboración entre la academia y la industria es fundamental para la competitividad de la industria nacional”.
En tercer lugar, el aumentar el financiamiento basal para investigación fundamental y aplicada es observada por el 9,4 % de las menciones como una acción urgente en el ámbito CTCI. Quienes la priorizan, son personas en edad media, de entre 35 a 64 años, y sin un patrón de identidad de género específico. En su mayoría residen en la Región Metropolitana y regiones del centro sur de Chile, y se desempeñan en el sector académico.
La inversión en ciencia y educación se reconoce como un motor del desarrollo nacional, contribuyendo a superar desigualdades y fomentar industrias del futuro. Para fortalecer el ecosistema científico, el incremento y la diversificación del financiamiento basal para la investigación se plantea como una condición esencial que permite garantizar estabilidad, continuidad y proyección a largo plazo en la generación de conocimientos. Esta modalidad de asignación de recursos permite reducir la dependencia de concursos anuales, dar estabilidad a los equipos de trabajo y evitar la fuga de talentos. Asimismo, posibilita planificar estratégicamente, testear ideas y abordar proyectos complejos en un entorno más colaborativo y seguro. La estabilidad financiera se entiende como clave para consolidar líneas sostenidas y cerrar brechas de inversión en I+D respecto de otros países.
“Aumentar el financiamiento basal para investigación fundamental y aplicada es una condición indispensable para asegurar continuidad y estabilidad en la generación de conocimiento”
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“El financiamiento de I+D es clave y parte importante de este debe ser basal, para respetar los tiempos requeridos para generar y testear ideas (…) sin recursos estables y de largo plazo, es imposible consolidar capacidades y avanzar en soluciones transformadoras”
En cuarto lugar, el promover agendas de investigación orientadas a desafíos país es observada por el 9,3 % de las menciones como una acción urgente en el ámbito CTCI. Quienes la priorizan, son personas jóvenes de entre 18 y 24 años, y sin un patrón de identidad de género específico. En su mayoría residen en regiones del norte y centro de Chile, y se desempeñan en la sociedad civil y otros sectores no especificados.
Se enfatiza la necesidad de alinear la investigación y desarrollo (I+D) con los problemas estratégicos y locales del país, como la crisis climática, la salud pública y la desigualdad territorial. Se busca que la ciencia no solo se enfoque en la curiosidad académica, sino que también responda a necesidades concretas, generando un impacto social, ambiental y económico significativo.
“Promover agendas de investigación orientadas a desafíos país asegurará que parte de la I+D+i se enfoque en problemas locales y estratégicos”
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“Promover agendas de investigación orientadas a desafíos país es urgente porque permite alinear los esfuerzos con los desafíos estructurales que enfrenta el país”
En quinto lugar, el asegurar autonomía y continuidad de las políticas CTCI es observada por el 8,7 % de las menciones como una acción urgente. Quienes la priorizan, son personas jóvenes de entre 18 y 24 años, y sin un patrón de identidad de género específico. En su mayoría residen en el extranjero y en regiones del norte de Chile, y no se asocian a ningún sector de desempeño en específico.
La autonomía y continuidad de las políticas CTCI son consideradas esenciales para asegurar un desarrollo sostenido y coherente más allá de los ciclos políticos, consolidando una política de Estado. Mantener una visión estratégica de largo plazo se entiende como un requisito para consolidar capacidades y generar impactos en los territorios
La falta de estabilidad y la alta rotación institucional han fragmentado esfuerzos, dificultando procesos claves de investigación e innovación. Para evitarlo, se plantea garantizar financiamiento basal, estabilidad institucional y mecanismos que resguarden las estrategias de largo plazo. Asimismo, se propone dotar al Consejo CTCI de independencia para que actúe como brújula estratégica de las políticas sectoriales.
“Es vital que esto sea una política de largo plazo, ajena a los intereses políticos”
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“La discontinuidad entre ciclos de gobierno erosiona resultados”
En sexto lugar, el fortalecer capacidades de desarrollo tecnológico en regiones es observada por el 6,8 % de las menciones como una acción urgente. Quienes la priorizan, son personas de 65 años de edad o más y de género masculino. En su mayoría residen en el extremo sur y centro sur del país, y se desempeñan principalmente en el sector de emprendimiento.
La descentralización de las capacidades para el desarrollo CTCI se reconoce como un eje fundamental para reducir brechas territoriales y democratizar las oportunidades en el país. Con ello, se transitaría hacia un ecosistema más equitativo y robusto, dotado de autonomía técnica, capaz de conectar el conocimiento con los desafíos de cada comunidad y consolidar un desarrollo más inclusivo y sostenible a nivel nacional.
Implica fortalecer capacidades en regiones a través de infraestructura, laboratorios, centros de innovación, programas de formación y redes de mentoría que respondan a necesidades locales, así como una distribución equitativa de financiamiento. Se plantea que las regiones sean protagonistas del desarrollo, apoyando a universidades para retener talento y consolidar programas de postgrado capaces de generar conocimiento y soluciones contextualizadas.
“El fortalecimiento tecnológico regional permite descentralizar capacidades y responder a necesidades locales con pertinencia y autonomía”
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“El fortalecimiento de universidades y programas de posgrado en regiones, con un enfoque prioritario en problemáticas locales, descentralizará la formación académica”
En séptimo lugar, el fomentar la comunicación científica bidireccional y territorializada es observada por el 4,8 % de las menciones como una acción urgente. Quienes la priorizan, son personas jóvenes, menores de 25 años, y de género femenino y no binario. En su mayoría residen en el extremo norte y sur del país, y se desempeñan principalmente en otros sectores no especificados.
Transformar la comunicación científica incorporando un modelo bidireccional y territorializado se percibe como necesario para reconstruir la confianza y dar legitimidad social a la ciencia. Este enfoque implica reconocer a la ciudadanía no solo como receptora, sino como co-constructora de conocimiento, integrando saberes locales y necesidades territoriales
“La divulgación debe hacerse con la población, no unidireccionalmente desde la academia”
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“Fomentar un diálogo de dos vías, que valore e integre los saberes locales y las necesidades reales de los territorios”
En octavo lugar, el fortalecer la formación en CTCI en regiones es observada por el 4,6 % de las menciones como una acción urgente. Quienes la priorizan, son personas que no pertenecen a un grupo etario ni tienen un patrón de identidad de género definido.En su mayoría residen en el extremo norte y sur del país, y son estudiantes.
Fortalecer la formación en CTCI desde la educación inicial es fundamental para desarrollar el pensamiento crítico y formar una ciudadanía más informada y creativa. Sin embargo, la descentralización del conocimiento y el fortalecimiento de las capacidades CTCI en regiones continúan siendo objetivos inconclusos. Su abordaje resulta esencial para reducir desigualdades territoriales y fomentar el desarrollo local, mediante el apoyo a universidades regionales y programas de postgrado con un enfoque orientado hacia problemáticas locales, permitiendo así retener talento en regiones y generar soluciones contextualizadas.
“Apoyar universidades regionales y programas de posgrado con foco en problemas locales”
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“Las regiones deben fortalecerse para aportar a las necesidades locales”
En noveno lugar, el fortalecer la formación en CTCI en regiones es observada por el 4,1 % de las menciones como una acción urgente. Quienes la priorizan, son personas de 65 años y más de edad y no tienen un patrón de identidad de género definido.En su mayoría residen en el extremo norte y sur del país, y se desempeñan principalmente en emprendimientos.
La simplificación de procesos administrativos es crucial para liberar tiempo y recursos que actualmente se desperdician en burocracia. Esto permitiría fomentar el desarrollo de emprendimientos en CTCI.
“La permisología debe acabar”
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“El exceso de burocracia ha sido y es una de las trabas más importantes para el funcionamiento de los distintos proyectos”
En décimo lugar, el fortalecer la formación en CTCI en regiones es observada por el 3,9 % de las menciones como una acción urgente. Quienes la priorizan, son personas entre 25 y 34 años de edad y no tienen un patrón de identidad de género definido.En su mayoría residen en el extremo norte del país, y se desempeñan principalmente en el sector público y la sociedad civil.
La promoción de tecnologías limpias y de bajo impacto ambiental es vista como una necesidad urgente para enfrentar desafíos como la crisis hídrica y la transición energética. Se sugiere que Chile podría posicionarse como un líder en innovación sostenible mediante el desarrollo de soluciones tecnológicas orientadas a la sostenibilidad.
“Incentivar tecnologías limpias y de bajo impacto ambiental permite avanzar hacia un modelo productivo sostenible”
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“Fomentar el desarrollo tecnológico orientado a transición energética, gestión hídrica y sostenibilidad”
Compartiendo el décimo lugar, revisar el sistema de concursabilidad excesiva concentra el 3,9% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas de 35 años de edad y más, y no tienen un patrón de identidad de género definido.En su mayoría residen en la zona centro y centro sur del país, y se desempeñan principalmente en el sector académico.
Revisar y reformar el sistema de concursabilidad es considerado necesario, debido a la inestabilidad y fragmentación de la investigación que produce, en especial para jóvenes y quienes se desempeñan en el ámbito CTCI en regiones.
Se propone transitar hacia un esquema mixto que combine financiamiento basal con fondos competitivos para asegurar continuidad y fomentar la colaboración en los proyectos de investigación.
“La dependencia casi total del financiamiento por concursos anuales genera inestabilidad estructural”
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“Promover esquemas mixtos (basal + competitivo), con foco en estabilidad, colaboración e impacto”
Como doceava acción urgente , reformar criterios de evaluación académica y de proyectos concentra el 3,8% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas de entre 35 y 65 años de edad, y no tienen un patrón de identidad de género ni territorial definido. En su mayoría se desempeñan principalmente en el sector académico.
Reformar los criterios de evaluación académica y de proyectos es vista como una tarea urgente, transitando desde un sistema que solo prioriza indicadores cuantitativos de productividad científica en revistas de alto impacto, a uno que pondere la colaboración, la pertinencia social y el impacto territorial. Este cambio permitiría alinear la investigación con los objetivos de desarrollo sostenible, promoviendo una ciencia más abierta, inclusiva y conectada con las necesidades reales de la sociedad. Se propone reconocer la diversidad de actividades académicas, incluyendo procesos de colaboración interinstitucional y con comunidades locales. Se considera que esta democratización del conocimiento enriquecería las agendas científicas con perspectivas múltiples y territorialmente situadas.
“Los proyectos deben ser valorados menos por indicadores cuantitativos dado que ellos esconden una racionalidad parcial y sesgada y desincentivan la colaboración interdisciplinaria”
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“El ecosistema CTCI chileno continúa siendo altamente elitizado y autorreferente. La inclusión de organizaciones sociales, pueblos originarios, técnicos, cooperativas, juventudes y actores de los territorios sigue siendo declarativa o marginal.”
Como décimo tercera acción urgente , apoyar creación y escalamiento de EBCT fuera de Santiago concentra el 3,2% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas jóvenes, de entre 18 y 24 años de edad, y no tienen un patrón de identidad de género ni territorial definido. Tampoco se desempeñan mayoritariamente en un sector en particular.
La descentralización es vista como esencial para reducir las brechas territoriales en innovación y generar soluciones contextualizadas. Se propone fortalecer las capacidades regionales con financiamiento y apoyo a universidades y centros de investigación locales.
“Fortalecer capacidades en desarrollo tecnológico en regiones es clave”
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“Apoyar la creación y escalamiento de EBCT fuera de Santiago”.
Como décimo cuarta acción urgente , incorporar criterios de equidad territorial y temática concentra el 2,9% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas que no pertenecen a un grupo etario ni tienen un patrón de identidad de género definido.En su mayoría residen en el extremo sur del país, y se desempeñan en la sociedad civil.
Redistribuir el financiamiento público con criterios de equidad territorial se considera esencial para corregir desigualdades históricas y fortalecer capacidades locales. Existe una expectativa centrada en las regiones como protagonistas del desarrollo científico, lo que requiere corregir brechas en infraestructura e inversión, y reconocer saberes generados en áreas tradicionalmente excluidas, como las artes y las humanidades.
“Incorporar criterios de equidad territorial y temática en la distribución de fondos es una acción urgente para corregir desigualdades históricas en el acceso al financiamiento.”
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“Redistribuir fondos con foco en regiones históricamente postergadas”
Como décimo quinta acción urgente , fortalecer el rol del Consejo CTCI como orientador estratégico concentra el 2,8% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas jóvenes de entre 18 y 24 años, y no tienen un patrón de identidad de género definido.En su mayoría residen en el extremo norte y en el sur del país, y no se desempeñan mayoritariamente en ningún sector en particular.
Se destaca la importancia de fortalecer el rol del Consejo CTCI como un organismo líder y estratégico en la orientación de políticas públicas. Se propone que el Consejo tenga mayor visibilidad, atribuciones y capacidades de coordinación para asegurar una orientación estratégica coherente y articulada con los desafíos del país.
“Fortalecer el rol del Consejo como organismo líder y dirigente de las políticas públicas”
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“Fortalecer el rol del Consejo CTCI como orientador estratégico asegura coherencia, coordinación y visión país”
Como décimo sexta acción urgente , incorporara la ciudadanía y a nuevos actores al ecosistema CTCI concentra el 2,9% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas que no pertenecen a un grupo etario ni tienen un patrón de identidad de género definido.En su mayoría residen en el extremo norte y en el sur del país, y se desempeñan mayoritariamente en la sociedad civil.
La colaboración entre universidades, industria y otros actores sociales es vista como un aspecto crucial para el desarrollo de CTCI en Chile. En ese propósito, la presencia de nuevos actores sociales, como organizaciones territoriales y pueblos originarios, se considera esencial para democratizar el conocimiento y enriquecer las agendas con perspectivas diversas. Se propone abrir convocatorias y fondos orientados a estos nuevos actores.
“El ecosistema CTCI debe ampliarse e incorporar nuevos actores sociales”
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“Incorporar ciudadanía y nuevos actores es fundamental para democratizar el conocimiento”
Como décimo séptima acción urgente, diversificar las trayectorias y reconocer los saberes no académicos concentra el 2,6% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas que no pertenecen a un grupo etario en particular y se identifican con género no binario.En su mayoría residen en el extremo norte del país, y no se desempeñan en ningún sector en específico.
Existe un consenso acerca de la necesidad de valorar y reconocer los conocimientos que no provienen del ámbito académico tradicional. Esto incluye saberes técnicos, comunitarios, ancestrales y de innovación informal, que son fundamentales para enfrentar desafíos territoriales y aportar soluciones contextualizadas.
“Es muy importante reconocer los saberes no científicos, y no solo reconocerlos, sino que incentivar su desarrollo con financiamiento”
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“La concentración del reconocimiento en trayectorias académicas tradicionales invisibiliza otras formas de conocimiento técnico, territorial, comunitario o vinculado a la innovación social”
Como décimo octava acción urgente, mejorar los marcos normativos para transferencia concentra el 2,6% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas que no pertenecen a un grupo etario en particular y no se identifican con una identidad de género específica.En su mayoría residen en el extremo norte y sur del país, y se desempeñan en el sector privado, público y la sociedad civil.
La simplificación de trámites y procesos burocráticos se plantea como una condición esencial para fortalecer el sistema CTCI. Éstos se consideran como barreras que se expresan especialmente en los procesos de postulación, ejecución y cierre de proyectos, disminuyendo la competitividad y eficiencia del ecosistema científico. Mejorar los marcos normativos y favorecer las operaciones digitales, permitiría liberar tiempo y recursos hoy absorbidos por gestiones administrativas, favoreciendo que los investigadores se concentren en la generación de conocimiento. Se propone actualizarlos con una orientación que permita agilizar la tramitación de patentes y licencias, y mejorar la transparencia en el uso de fondos públicos para asegurar estándares éticos más altos. Una gestión más ágil también impulsaría la transferencia tecnológica y la colaboración con la industria, reduciendo obstáculos que frenan la innovación.
“Hay que eliminar trabas burocráticas y facilitar la solución de problemas que pueden surgir en la postulación, ejecución y cierre de proyectos”
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“Mejorar marcos normativos para transferencias, porque hasta ahora patentar ha sido un tema con muchas trabas”
Como décimo novena acción urgente, crear espacios de diálogo permanente entre actores del sistema concentra el 2,3% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas que no pertenecen a un grupo etario en particular y no se identifican con una identidad de género específica.Tampoco es posible encontrar un patrón territorial, sin embargo se desempeñan principalmente en la sociedad civil.
La creación de espacios de diálogo permanente entre los actores del sistema es vista como esencial para mejorar la coordinación y colaboración en el ecosistema de CTCI. Estos espacios, como mesas técnicas y consejos territoriales, permitirían una mejor articulación de esfuerzos, evitando duplicidades y asegurando que las investigaciones respondan a problemas reales del país.
“Crear espacios de diálogo permanente entre actores del sistema, ya que, tal como se indicó, la barrera de la falta de articulación entre actores impide la búsqueda conjunta de soluciones”
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“Es urgente transformar la forma en que se comunica la ciencia. Debemos superar la lógica de divulgación unidireccional y fomentar modelos bidireccionales y participativos”.
Como vigésima acción urgente, monitorear y aprender de políticas previas de CTCI concentra el 1,1% de las menciones. Quienes la priorizan, son personas que no pertenecen a un grupo etario en particular y no se identifican con un patrón territorial específico. Tampoco es posible perfilar el sector en que se desempeñan, sin embargo en su mayoría se identifican con el género no binario.
La falta de evaluación sistemática en CTCI es vista como un obstáculo para lograr una mayor efectividad y sostenibilidad de las políticas públicas. Enmendar errores y capitalizar aprendizajes se considera un ejercicio fundamental para el progreso del sector, permitiendo la toma de decisiones basadas en evidencia y la continuidad de las políticas efectivas.
“Monitorear y aprender de las políticas previas del CTCI es fundamental para seguir creciendo en conocimiento desde el camino ya avanzado”
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“Sin evaluación, no hay aprendizaje institucional ni mejora continua”
Como vigésima primera acción urgente, se encuentra la categoría “Otras acciones” que concentra el 0,7% de las menciones. Quienes las priorizan, son personas que no pertenecen a un grupo etario en particular y se identifican con el género no binario. En su mayoría, viven en el extranjero y no tienen un patrón de desempeño en particular.
En esta categoría, las personas participantes mencionan a las “condiciones laborales de la ciencia” como un ámbito en el que resulta necesario desarrollar acciones inmediatas. La precariedad laboral en el ámbito científico es un tema destacado, con llamados a mejorar las condiciones de trabajo para las distintas personas que se desempeñan en el ámbito de la investigación.
“El trabajo en CTCI y los proyectos de investigación precariza a sus trabajadores”
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“Es necesario permitir que los científicos sean considerados como trabajadores formales”
Gobernanza científica, participación ciudadana y políticas de largo plazo
Adoptar un modelo de toma de decisiones con una visión a largo plazo, independiente de los gobiernos de turno que aumente y asegure la la inversión en CTCI y su sostenibilidad.
Descentralizar la gobernanza científica y otorgar mayor autonomía a las regiones para desarrollar investigación aplicada que aborde sus problemáticas locales
Mejorar la coordinación y colaboración entre universidades, industria y gobierno para responder de manera más efectiva a los desafíos locales y nacionales.
Fomentar la transparencia en la gestión de recursos, la participación en la toma de decisiones científicas y la evaluación del impacto de las políticas de CTCI a partir de plataformas de datos abiertos.
Financiamiento de la ciencia
Incrementar significativamente el financiamiento en ciencia y tecnología, alcanzando al menos el 1% del PIB.
Asegurar un financiamiento basal y sostenido para proyectos estratégicos, evitando la dependencia de concursos de corto plazo que fragmentan los esfuerzos.
Proporcionar financiamiento basal estable a centros de investigación y universidades para asegurar la continuidad de proyectos y la estabilidad laboral de los investigadores
Establecer incentivos claros, como rebajas de impuestos para empresas que cofinancien investigación
Innovación y transferencia tecnológica
Mejorar la vinculación y los instrumentos entre la academia y la industria para fomentar la innovación y el desarrollo económico.
Incentivar la transferencia tecnológica desde universidades a empresas locales y apoyar startups con impacto social y ambiental, aumentando el valor agregado de los productos y servicios.
Desarrollar marcos regulatorios claros y fomentar la investigación en ciberseguridad y protección de datos.
Aprovechar las redes de científicos chilenos en el extranjero y fomentar alianzas estratégicas con otros países.
Infraestructura científica y conectividad digital
Fortalecer las capacidades regionales en asociatividad mediante la creación de centros de investigación y la mejora de la infraestructura existente, permitiendo que las regiones desarrollen investigación aplicada pertinente a sus problemáticas locales
Aumentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D) para financiar ciencia básica y aplicada e infraestructura como laboratorios, equipamiento y espacios de investigación, especialmente en regiones.
Asegurar la conectividad digital de calidad en todo el país en tanto servicio básico que posibilita el desarrollo económico, la educación y la equidad territorial.
Desarrollar y utilizar la infraestructura digital y tecnológica de modo eficiente para mejorar la competitividad.
Capital humano avanzado
Mejorar la inserción laboral en el sector productivo y aprovechar el talento existente
Desarrollar políticas flexibles de retribución, creación de oportunidades y reconocimiento laboral para capital humano avanzado que ha sido formado.
Fortalecer las capacidades regionales, mejorar la infraestructura y crear oportunidades laborales fuera de la Región Metropolitana.
Implementar programas de mentoría, financiamiento inicial competitivo y políticas de retención de talento en regiones.
Interdisciplinariedad
Integrar a las ciencias sociales, humanidades, artes y ciencias exactas para abordar desafíos complejos de manera holística.
Financiar proyectos que integren a las comunidades en la generación de datos y soluciones.
Considerar a los saberes locales, las experiencias comunitarias y la ciencia ciudadana en el ecosistema CTCI, promoviendo una ciencia más inclusiva y alineada con los desafíos reales del país
Impacto social de la ciencia
Involucrar a la ciudadanía en la generación y aplicación del conocimiento, promoviendo la ciencia abierta y la participación activa de comunidades locales.
Promover la participación ciudadana y la divulgación científica para que el conocimiento y la ciencia sea accesible y relevante
Orientar la investigación hacia las necesidades locales
Mejorar la comunicación científica asegurando que sea accesibles y relevante para la ciudadanía.
Educación científica
Transformar la educación para fomentar el pensamiento crítico y científico desde la infancia
Mejorar la educación técnico-profesional y fomentar programas de formación continua para docentes y profesionales en áreas emergentes
Integrar la ciencia en el currículo escolar desde edades tempranas para fomentar el interés y la formación en áreas científicas y tecnológicas.
Descentralización y desarrollo territorial
Descentralizar la inversión y decisiones en CTCI, adaptando políticas y estrategias a las realidades, necesidades y oportunidades específicas de cada región.
Fortalecer las capacidades científicas y tecnológicas regionales mediante infraestructura, financiamiento, formación de capital humano y condiciones laborales adecuadas.
Impulsar centros regionales de excelencia y redes de colaboración, integrando universidades, sector productivo, gobiernos locales y comunidades para abordar desafíos territoriales.
Promover la vinculación interregional e internacional, incluyendo la incorporación de investigadores formados en el extranjero y el diseño de instrumentos de financiamiento que valoren la colaboración y el impacto social.
Medio ambiente, sostenibilidad, energías renovables y economía circular
Implementar una gestión integrada del recurso hídrico, con tecnologías que mejoren su eficiencia y promuevan prácticas sostenibles, priorizando consumo humano, productivo y resiliencia ante crisis hídricas.
Incentivar investigación e innovación en energías renovables (solar, eólica, etc.) y en economía circular, apoyando la reconversión productiva hacia modelos sostenibles de bajo impacto ambiental.
Proteger la biodiversidad y fortalecer la resiliencia frente a cambio climático, incendios forestales y pérdida de ecosistemas, integrando la dimensión ambiental como base del desarrollo.
Focalizar la investigación aplicada en resolver desafíos locales (crisis hídrica, seguridad alimentaria, transición energética), con uso de tecnologías emergentes y colaboración intersectorial.
Equidad de género
Fortalecer programas de formación en STEM para mujeres y reconversión profesional
Mejorar la visibilidad y liderazgo de mujeres, especialmente en regiones, y establecer incentivos para la ciencia liderada por mujeres.
Mejorar las condiciones laborales de las investigadoras